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Alchemya de Juan Carmona por Richard Robert

Juan Carmona – Alchemya

Si estuviera firmada por un pintor famoso, la obra que tenemos aquí podría ser a la vez un fresco y un autorretrato. Impulso hacia los demás y ensimismamiento : en este doble movimiento radica el secreto fundador de esta « alquimia » aludida por el título del décimo álbum discográfico de Juan Carmona. Reconciliando lo colectivo y lo íntimo, la comprensibilidad y la introspección, el guitarrista flamenco encuentra un equilibrio de las fuerzas y un sentido de la composición sin comparación y corresponde una vez más de manera tan inventiva como coherente con las apuestas insensatas que le entrega su imaginario.

En efecto, el imaginario galopante y juguetón de Juan Carmona lo trae sin descanso y no deja nunca de inspirarle los anhelos más vehementes. Alchemya, le ha sometido un rompecabezas tan espinoso como excitante, que consiste en aunar su apego visceral al flamenco, su atracción de larga fecha por la riqueza armónica y la libertad del jazz, su admiración por la sabia facundia de las músicas latinas, o su fascinación por la intensidad de los ritmos africanos. Ecuación amorosa con incógnitas múltiples, que Juan Carmona resuelve con la única lógica del corazón que cuenta por él : la de la pura musicalidad.

Esta verdad, Juan Carmona la traduce en su arte : sus sueños de horizontes nuevos los realiza siempre con la magia de los encuentros y de los intercambios. En Alchemya, más de treinta y cinco músicos y cantaores o cantantes han contestado a su invitación para formar la paleta musical y humana más sutil y completa que se pueda imaginar, capaz de transcribir las visiones que han contribuido a la génesis de Alchemya. Siempre con el ojo y el oído avisados de Paquete, ya codirector artistico en 2010 para el album El sentido del aire.

Nadie se deja llevar por la llamada del alta mar sin haber aprendido a nadar previamente en las aguas profundas de una tradición… Tal es la filosofía de la acción que cruza los diez surcos de Alchemya y caracteriza a sus protagonistas.

En el corazón de todas estas exploraciones, suena no tan solo el placer de Juan Carmona sino también su exigencia : Lejos de superponer de modo artificial músicas, estilos y generaciones, el guitarrista, soberano en sus frases como en sus visiones, se esmera en dar a luz el conjunto de lazos secretos que los reunen y comprendemos que la antorcha de la autenticidad y del arrojo levantada por Juan Carmona no está a punto de apagarse…

Así es, al paso naturel de las inspiraciones mezcladas y sublimadas de todos, como se encadenan los prodigios de Alchemya. Las invenciones del lenguaje van eslabándose sin hundirse jamás en la virtuosidad demostrativa : percibimos más bien la alegría de un juego de niño repetido sin cesar… Y aquella sabiduría un poco loca, aquella ciencia algo desatinada de los alquimistas, gracias a los cuales las aleaciones más osadas se transforman como por milagro en metales preciosos.

Richard Robert

Traducción: Bernard Leblon